viernes, 20 de enero de 2012

[SOPA] Megaupload: Nace un Mártir

El enfrentamiento promete ser largo y de difícil desenlace, dada la especial naturaleza del campo de batalla y las características de los bandos enemistados; más aún después de contemplar como el FBI, con total descaro dado el actual marco de debate, se ha cebado con la empresa Megaupload con tremendas acusaciones; términos como crimen organizado y blanqueo de dinero suenan desmedidos a la par que inverosímiles dado que millones de usuarios usan este servicio y conocen la realidad; toda empresa de intercambio de archivos denuncia la piratería y elimina el contenido denunciado como tal. Una maniobra un tanto sospechosa –por no decir otra cosa- cuya explicación podría residir en la incertidumbre que rodea actualmente a la ley SOPA.

Anonymous ha respondido al ardid estadounidense con un “ataque y derribo” a las webs de los organismos y empresas implicadas; siendo su mayor “hazaña” –y atrevimiento- el bloqueo de la web del Departamento de Justicia de los Estados Unidos; por supuesto esto implica que ya no hay vuelta atrás.


La ley de cese a la piratería en línea –SOPA- que pretende ser el arma definitiva del Departamento de Justicia de los Estados Unidos para erradicar la violación de los derechos intelectuales, es una aberración contra la libertad que nació el 26 de octubre de 2011 y fue presentada a la cámara de representantes; quienes pospusieron su debate hasta enero de 2012.

La guerra entre los intereses políticos y económicos contra la libertad de expresión, y la red en general, ha comenzado. El lenguaje que usa la ley que nos ocupa es peligrosamente amplio, y tiene multitud de lecturas sensibles al uso abusivo. Su contenido está tan alejado de la realidad, que supone una bomba de relojería, o más bien nuclear, dado el daño que puede conllevar su uso para la red. Estamos ante una propuesta tan agresiva que podría acabar con el comercio electrónico, las webs de información y más concretamente, con la libertad de expresión; al igual que un arma atómica, -y me disculpo por el uso reiterado de este símil- implicaría el fin.

En el último año han tenido lugar movimientos a escala mundial dentro del ámbito de las leyes referentes a la propiedad intelectual. En España la ley SINDE ya ha sido aprobada y está pendiente de aplicación, y al igual que esta, otras tantas de similar naturaleza han aparecido en distintas partes del mundo con un curioso dato en común, en todas estas aparece, de forma más o menos sutil, la influencia de los Estados Unidos.

En el caso de la ley SINDE, fue WikiLeaks la responsable del desenmascaramiento; resultando ser que dicha ley era en realidad una maniobra de la mismísima Administración Obama, el mismo que en estratégico afán por proteger su popularidad declaró estar en contra del proyecto SOPA.

Otro caso, aún más llamativo, lo podemos encontrar en Japón y la ley TPP -Trans-Pacific Partnership Agreement– que llega hasta el extremo de censurar ilustraciones sin fines lucrativos –dibujos de fans- y disfraces, en un exagerado esfuerzo por proteger los derechos de autor; entre los socios que promueven este proyecto se encuentran los Estados Unidos, es más, esta descrito y respaldado por la oficina del representante comercial norteamericano.

Ante tales hechos es difícil no caer en la teoría de la conspiración, y la ley SOPA ha sido la gota que colma el vaso. La presión ejercida por los usuarios ha sido contundente; la repuesta en forma de “apagón” y la protesta general de hasta 10.000 webs ha sido apoyada por una oleada de indignación que ha dejado huella en las redes sociales.

La situación se me antoja peculiarmente curiosa, pues el logotipo de Anonymous, al igual que su imagen, nace de la película – y esta a su vez del cómic - V de Vendetta, cuyo argumento nos muestra una Inglaterra controlada con puño de hierro por un dictador cuya máxima es la censura y el control del pueblo; situación que el protagonista enmascarado en el rol de terrorista, lucha por destruir.

Ante el hecho de que los Estados Unidos puedan saltarse con tal descaro la primera enmienda y orquesten decisiones a nivel internacional, queda preguntarse si existe un límite, y que o quien será necesario para trazarlo. ¿Qué futuro le espera a la red? ¿Será el fin de la era de internet, tal y como lo conocemos? Tal vez esto es lo que pronosticaron los Mayas, el fin de una era; la era de Internet.

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