La organización de derecho animal PETA ha condenado la franquicia Pokémon por abuso a animales ficticios; comparando las pokeballs con jaulas de circo. Según la organización si esta existiese en Unova (región ficticia donde se enmarca Pokémon Negro y Blanco) su lema sería que los Pokémon existen por sus propias razones, y no para nuestro uso.