Cada año, cuando las temperaturas comienzan a descender, el zoológico instala una gran bañera al aire libre con aguas termales para que los capibaras —que son muy sensibles al frío— puedan relajarse durante los meses de invierno.
Y, fiel a la costumbre, este 25 y 26 de octubre los cuidadores decidieron añadirle un toque festivo: colocaron alrededor de diez calabazas flotando en el agua caliente, transformando la escena en un espectáculo tan adorable como fotogénico.
A pesar del clima lluvioso y algo frío, los tres capibaras se sumergieron con calma, mordisqueando las calabazas que les habían regalado mientras el vapor del baño creaba una atmósfera casi mágica. Los visitantes, fascinados, fotografiaban sus rostros relajados y acariciaban suavemente sus lomos.
Una mujer llegada desde Saitama comentó entre risas:
“Vine porque escuché que hoy harían el baño de calabazas. Al verlos tan tranquilos, me entraron ganas de meterme con ellos.”
La cuidadora Manami Nakazawa explicó a la cadena NHK que los capibaras solo pueden disfrutar de estos baños termales durante los meses fríos, e invitó a quienes aún no los han visto a visitar el parque antes de que llegue la primavera.
El evento, conocido como “カピバラのカボチャ風呂” (Kapibara no Kabocha-buro), forma parte de una serie de actividades estacionales del zoológico y se celebra cada otoño, coincidiendo con Halloween.
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