Hoy hace dos años de la fatalidad que golpeó Japón; un devastador terremoto seguido por un tsunami que dejó un dantesco escenario de destrucción y la amenaza de una terrible crisis nuclear.
Aún hoy se están recuperando de un caos que hubiese hecho colapsar cualquier otro país, mostrando una vez más al mundo ese inquebrantable espíritu característico del noble pueblo japonés. Las conmemoraciones comenzaron ayer por las prefecturas más afectadas, como las celebradas en Ishinomaki (Miyagi) y Rikuzentakata (Iwate) donde fallecieron 1.500 y 2.000 personas respectivamente.
Con esta entrada, esta conmemoración, queremos expresar admiración ante su fortaleza, respeto ante el camino que tienen por delante, y sobre todo manifestar nuestro pésame ante el recuerdo de los más de 19.000 fallecidos.
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